divendres, 13 de maig del 2016

Un número digital nos clasifica en los hospitales.

Al clasificar nuestras HC los profesionales pueden toparse con dos problemas que pueden fastidiar nuestra clasificación; la actividad clasificadora se concentra en unos pocos estantes y, si se da el caso en el que alguna de nuestras HC es trasladada, hay que reetiquetar todos los estantes de nuevo, por lo que pueden aumentar los errores por transposición de los números que nos clasifican.

La metodología que ha resuelto mejor estos problemas ha sido la de la clasificación de nuestras HC por dígito terminal. Esta puede ser de doble, triple y hasta cuádruple dígito variando su elección en función del número de historias que haya que archivar. Este método consiste en leer los números de derecha a izquierda, pudiendo así dividirlos en dos grupos; el primario (formado por los dígitos principales) y el secundario (formado por los dígitos residuales).

Las principales ventajas de este método son:
· El equilibro al ir rellenando las estanterías, ya que al asignar los números para las HC, al archivarlas se reparten en las estanterías de forma más repartida.
· En el momento de pasar parte de los archivos al pasivo, se retiran un número de HC de cada sección sin que cambie la distribución de las distintas secciones y sin que haya que realizar, así, un traslado del material y volver a reetiquetarlo posteriormente.
· En grandes archivos se asignan colores a cada dígito que forman el que será el número primario, y que servirá para minimizar errores en el momento de archivar las HC.


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